Desde el crepúsculo hasta el manantial de los sueños
cesan mis dedos de buscarte, se suscriben al silencio
ahí donde el manto se expande
y el humo de cigarro de nuevo comienza la danza del misterio
florecen de entre las cenizas las iniciales de tus nombres:
fugaz el color de la llama, fugaz ruge y se levanta.